La novena a la Sagrada Familia, con motivo de la visita del cuadro de la misma, tuvo lugar ahora en la casa de las Siervas de San José.
El delegado de familia, Nicolás Susena, que presidió la Ecuaristía final de la novena, les daba las gracias a las religiosas «por su entrega y dedicación durante tantos años a las familias de Lugo, para que viviesen en sus hogares el amor que se respiraba en Nazaret». Señaló también la importancia de la transmisión de la fe en las familias como elemento esencial en el desarrollo de los niños y en su educación más plena.
Al concluir la celebración, el delegado agradeció a las Josefinas su oración y la acogida de esta iniciativa.
Desde mañana, 23 de abril, el cuadro permanecerá en el Monasterio de la Santísima Trinidad de las Carmelitas desclazas, que recogen el testigo y comienzan este tiempo de plegaria por todas las familias de la Diócesis.
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