En la mañana del día de San José, el delegado de pastoral familiar presidía en Lalín la Misa solemne y el comienzo del Año de la Familia. En la Eucaristía concelebrada por el párroco, Marcos Torres, tenía lugar la bendición del cuadro de la Sagrada Familia que va a recorrer toda la Diócesis.
El delegado, Nicolás Susena, en la homilía destacaba la «importancia de San José en la vida de aquella familia de Nazaret, porque sin él la familia estaría incompleta». Además, subrayaba que este santo del que apenas conocemos una sola palabra pronunciada en el Evangelio «nos ha hablado de la paternidad al evidenciar que se trata de una tarea educativa y de acompañamiento en el amor para que los hijos sean los verdaderos protagonistas de su historia».
La homilía concluía señalando que la familia es un «lugar de comunión, donde en los pequeños detalles se puede comprobar el amor verdadero que se comunica y que genera una comunidad. María, Jesús y José nos muestran el amor que los ha unido y que es una escuela para todos nosotros».
Al finalizar la celebración, el delegado ha agradecido al párroco y a la comunidad la acogida del inicio de este singular año que ha conjugado a San José y a la Familia en un período de tiempo. También ha comunicado que a partir de septiembre el cuadro comenzará su itinerario por las principales parroquias de la Diócesis, volviendo nuevamente a Lalín por un plazo de días más largo.
Mañana, día 20, el cuadro llegará al Monasterio de la Visitación, donde las Madres salesas van a rezar por las familias de la Diócesis y por todas las familias del mundo, además de por los frutos de este año. El delegado presidirá allí la Misa a las 12:30 horas de la mañana.
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